“Me propuse una visión poética de principios del siglo pasado” declaró el pintor “pues esa calle era itinerario de artistas, inmigrantes, actores del circo criollo, chicas del cabaret, malevos y poetas errantes”. “Quise traer al presente” dijo Roux “a todos los fantasmas del pasado”.
Su mural es un relato: en un extremo están los inmigrantes y en el otro, esos mismos transformados ya en habitantes de Buenos Aires. En el centro, la Pampa envuelta por el río, observada por una muy joven República vestida de celeste y blanco. Por esto creemos que Guillermo Roux merece ser considerado como uno de los personajes del año en nuestro país. Ø