Tras casi 65 años en las mesadas argentinas, hoy recordamos a la harina leudante Blancaflor por su tradicional logo: la “negrita” que amasaba.
Y decimos amasaba, en tiempo pasado, porque hace poco, y adaptándose a los tiempos que corren, la empresa Molinos, que fabrica y comercializa aún hoy esta harina, decidió “jubilarla” para evitar críticas de racismo.
Por décadas, pocos cuestionaron que la imagen de la harina más tradicional del país sea una negrita africana. Esta señorita llevaba un vestido blanco con delantal rojo, un sombrero de cocinera también blanco, un gran aro en la oreja derecha (la única que se veía en la imagen), más un hueso atado al pelo en la parte trasera (por si hiciera falta más datos sobre su procedencia).
En el nuevo logo solo se ven dos manos -aparentemente femeninas- revolviendo un bol con harina y varios ingredientes de cocina alrededor.
Esperamos que a la querida negrita la hayan despedido con una buena jubilación, como corresponde luego de tantas décadas de servicio. ¤