Una Gardel con pollera
Los albores del Siglo 20 vieron nacer en un pueblito de Guaminí, en la provincia de Buenos Aires, a una de las más veneradas intérpretes de nuestra música nacional. Podría pensarse que no existe un nombre más tanguero que el de Nilda Elvira Vattuone; sin embargo, ella se inventó uno y pasó a la historia como Nelly Omar.
Sus inicios como cantante se remontan a una presentación en el club Colegiales; durante esa mismísima primera presentación, la chica adolescente impactó con su voz a Ignacio Corsini, ya por entonces un establecido cantante y guitarrista, quien allí mismo le ofreció acompañarla con su guitarra. Comienza así una carrera que los llevó por diversas radios de la capital, en donde Nelly consolidó su fama, llegándosela a conocer como la “Gardel con pollera”.
En 1937 conoció a Homero Manzi, quien se enamoró perdidamente de allá, y con quien luego se casó. Su famoso tango Malena, la que “canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón”, está dedicado en ella.
En 1946 grabó su primer disco para el sello Odeón, acompañada nada menos que por la orquesta de Francisco Canaro. Como muchos otros artistas de tango, también incursionó en el cine, participando en las películas Canto de amor, Melodías de América y Mi vida por la tuya. Durante los 80 también participaría del documental Café de los maestros.
Nelli Omar conoció a Eva Perón, con quien forjó amistad, lo que le valió luego el ostracismo durante más de 15 años a partir de la llamada Revolución Libertadora.
A comienzos de los 70 reapareció en los escenarios acompañada por el guitarrista José Canet, y su carrera resurgió durante esta segunda etapa. Su último concierto fue en el 2011 en un repleto estadio Luna Park, celebrando sus 100 años. Fallecería dos años después a causa de un paro cardíaco en un hospital porteño.
El 1996, Nelly Omar había sido declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.¤