Lo que está mal, está mal; venga del lado que venga

Que los extremismos se tocan no hace falta demostrarlo. La historia lo demuestra, pero no deja de llamar la atención la facilidad con que personas de un extremo y otro se viven contradiciendo al criticar lo hecho por sus eternos rivales, y no ven lo mismo del lado propio.
En nuestro país pasa eso desde que Argentina es Argentina. La historia de los extremos se torna hasta tragicómica, sobre todo para los que se sienten ajenos a estos extremismos y que son acusados por éstos con los mismos epítetos sin distinción. Para ellos no hay puntos medios: para los de izquierda todo lo que está a su derecha es fascismo, y para los de derecha todo lo que está a su izquierda es zurdo. Y así pasan los años y se va poniendo peor y carecen de autocrítica.
Entonces nos encontramos con que el que no ve las cosas como él, será acusado de traidor a la patria, vende patria, debilidad ideológica y epítetos aún más fuertes.
El peronismo, desde que existe y con su creador a la cabeza, tuvo en sus filas a representantes de los dos extremos. Dada la capacidad dialéctica de su creador, convencía a los grupos extremistas haciéndoles creer a ambos, con su capacidad de cambio, que estaba consustanciado con sus ideales. Esto, mientras Perón estaba a pleno, lo pudo manejar a su conveniencia, permitiendo la convivencia de estos dos sectores, pero cuando su salud y su posterior muerte dejaron al partido sin líder, vimos el desastre que fue. De esa agrupación salieron las lacras que tuvieron al país en vilo, como fueron la triple A y los montoneros, por nombrar los más representativos. Y todos sabemos cómo fue esa parte de la historia, la guerra entre estos dos extremos, todo lo que vino después y que todos los habitantes de nuestra patria tuvimos que soportar.
Este partido político es tan amplio que se puede dar la rareza de que salgan de éste, políticos tan disímiles (en sus discursos) como Menem, Duhalde o Kirchner. Aclaro en sus discursos, porque en el fondo todos ellos representan una misma forma de hacer política: una forma ya agotada y sucia de la que nada bueno puede esperarse. Todos ellos buscan un fin común: agrandar su poder de la forma que sea, convenciendo a propios y ajenos que lo suyo es válido, y que ese es el camino, con un sólo objetivo y que es el de perpetuarse en el poder. Kirchner encontró que el camino era el discurso “supuestamente” progre, de ataque a los poderosos y gestos patriotas (casi patriotero), como un medio para agrandar su poder. Por supuesto que todo lo que dice nos gusta a todos: pelear por nuestra deuda externa, eliminar los indultos, juicio y castigo, defender nuestra economía, limpiezas en la corrupta policía, crear puestos de trabajo legítimos, etc. Pero del dicho al hecho… ¿Podemos suponer que Kirchner es un monje blanco e impoluto que llegó a la presidencia representando a uno de los dos partidos políticos argentinos más corruptos y desprestigiados, y también querer creer que en todos estos años en los que hizo política no tuvo nada que ver con el desastre nacional. Está bien, seamos inocentes y démosle la posibilidad de creer que nada tuvo que ver. Le damos el beneficio de la duda. Comenzando el análisis desde que empezó la campaña por la presidencia y encontramos unos cuantos puntos oscuros:
1- Su unión con Duhalde, partícipe de -dicho por Kirchner propiamente- la desastrosa década de los 90 como vice-presidente y como gobernador de la provincia de Buenos Aires, provincia a la que destruyó económicamente, quebró el banco de la provincia y maneja toda una provincia como si fuera su casa.
2- Fondos de campaña: la empresa Conarpesa contribuyó con fondos para la campaña presidencial. El matrimonio Kirchner estuvo en todas las inauguraciones de sus empresas, inclusive el equipo de básquet de la empresa llevaba el logo Kirchner 2003. En este momento los dos dueños de esta empresa están prófugos acusados de asesinar al dueño de otra pesquera, apellidado Espinosa, quien también contribuyó con fondos para la campaña. Por denunciar esto, la ex diputada Carrió va a ser enjuiciada por el gobierno. Con respecto a los fondos de campaña, Kirchner declaró haber gastado sólo $ 800.000. La fundación Poder Ciudadano, que aboga por la transparencia en las prácticas políticas, realiza una investigación ya que resulta muy poco monto para alguien que inundó todos los canales y a todo horario con publicidad.
3- El jefe de gabinete del gobierno de Kirchner, Alberto Fernández, fue hombre de confianza de Cavallo; estuvo en la fundación Mediterránea, medio para que Cavallo fuera ministro de De la Rúa, fue presidente del comité recaudador de Duhalde, y presidente del grupo gerenciador del grupo BaPro.
4- El gobierno de Kircher dio en concesión seis carriles viales, cinco de los cuales a una empresa que ya había recibido concesiones con peaje en la época de Menem, y la Auditoria General de la Nación los había denunciado por incumplimientos graves.
5- Para la negociación de la deuda externa designaron a la banca Merril Lynch, famosa por sus negociados en el gobierno de Menem.
6- Ministro de Interior: Gustavo Beliz, ligado a una corriente de la iglesia llamada “Opus Dei”, grupo con el que comulgan la mayor cantidad de los militares del proceso. Esta corriente eclesiástica siempre estuvo ligada a grupos de extrema derecha y no nos olvidemos de que Beliz fue Ministro de Interior de Carlos Saúl.
7- Provincia de Santiago del Estero: Corrupción, asesinatos, persecución política e ideológica, y censura, aún en estos días. Para el presidente Kirchner y sus ministros no hay razón para destituir a la gobernadora Juárez, ni para intervenir la provincia, ni para apoyar un juicio político contra su marido. Pero claro, son del mismo partido político.
8- El juez Guillermo Atencio pidió el desafuero del ex ministro de educación bonaerense y actual embajador en EE. UU. José Octavio Bordón, y al actual ministro bonaerense Mario Oporto, por malversación de fondos, administración fraudulenta y fraude en perjuicio de la administración pública. Recordemos que Bordón es hombre de confianza de Kirchner y Duhalde, y que fue el actual presidente quien lo puso en funciones.
9- Al igual que Menem y Alfonsín, cambió los jueces de la Corte para tener mayoría de jueces afines al gobierno.
Estos son sólo algunos ejemplos de este gobierno que lleva apenas nueve meses. Hay quienes con el Sr. Kirchner se han fanatizado de tal manera que no quieren ver sus similitudes con otros tantos mafiosos de nuestra política. Cualquier cosa de las que detallé hubieran sido tremendas de haberse hecho -por ejemplo- en el corrupto gobierno de Menem, pero en esta etapa parecen no querer verlas. Es tal la necesidad de creer que alguien nos va a salvar, que el solo hecho de una crítica al supuesto salvador lo toman como un acto de afrenta a la patria. Se han convertido en extremistas. O se está con Kirchner o sea con el país, o se está en contra y se es un furibundo antipatriota.
Esta forma fanatizada de defender a un presidente no es buena para el país ni es bueno para él, porque no es bueno creer en un salvador único; el país sólo será salvado entre todos y va a crecer si éste presidente deja de hablar y se pone a trabajar; si los legisladores se ponen a trabajar en leyes para crear una Argentina moderna y no en leyes que sólo le conviene a los empresarios que están todo el día en el lobby del Congreso, acercándoles dinerillos a los diputados y senadores para sacar las leyes que a ellos les convienen. Sólo será salvado si el poder judicial es libre para poder meter preso a todos los ladrones, corruptos, asesinos, violadores y demás, sin importar si éstos son poderosos o tienen un político que los saque al otro día de la cárcel y esto se dará cuando la Corte Suprema sea libre y no elegida por el gobierno de turno. Cuando los empresarios se dediquen a trabajar y a fabricar productos competitivos internacionalmente y no sólo productos para consumo interno y no a pedir por medio de sus contactos políticos, que se voten leyes para protegerlos o favorecerlos, y no tener que competir. Cuando los sindicalistas dejen de ser garrapatas que viven del trabajo de los honestos. Cuando los piqueteros no existan más, porque los honestos consiguieron trabajo y los que delinquieron estén presos. Y cuando cada uno de los argentinos pensemos bien antes de votar y dejemos de votar a los dinosaurios de siempre, y aprendamos a fiscalizar desde nuestro voto y cumplir con todos nuestros derechos y obligaciones. Los salvadores unipersonales no existen y sino, miremos en qué terminaron todos los gobiernos personalistas del mundo: resultaron ser peores que lo que decían combatir, hayan sido de derecha o de izquierda.

N de la E: Con respecto a Santiago del Estero, ya se esta analizando su intervención. Ø