Un aliado del sistema inmunológico
El limón posee carotenoides, sustancias que tienen grandes beneficios para la salud: son antioxidantes, tienen efectos positivos sobre el sistema inmunitario, promueven la formación de hueso, la salud ocular y disminuyen el riesgo de cáncer.
Seguramente, lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en el limón es su uso en la cocina, como condimento o ingrediente esencial de infinitos platos, postres y tortas. Pollo al limón, mousse de limón o el clásico lemon pie son sólo algunos ejemplos.
No podemos olvidar, desde luego, el uso de limón en el ritual del té y de otras infusiones (ya sea con su jugo o con su cáscara), como así tampoco como su presencia indispensable en infinidad de tragos y cocktails que se preparan en las barras de todo el mundo.
Al igual que otros cítricos, como las naranjas o los pomelos, los limones concentran grandes cantidades de vitamina C, un nutriente que ayuda a proteger a las personas contra las enfermedades cardiovasculares, sirve para prevenir y tratar la neumonía, favorece la absorción del hierro y ayuda a fortalecer el sistema inmune.
El limón actúa como potente antioxidante, inhibiendo la formación de radicales libres, responsables del envejecimiento de las células del cuerpo; además evita el envejecimiento de nuestras células y tejidos, mejorando la expectativa y calidad de vida. Sus flavonoides funcionan como defensa contra la radiación UV y la agresión de patógenos.
Por último, las pectinas presentes en el limón (se extraen del hollejo, la cáscara y las membranas) contribuyen a un correcto funcionamiento del tracto intestinal, ayudando a prevenir divertículos intestinales y constipación, relacionando su consumo con disminución de la colesterolemia y del riesgo de cáncer colorrectal.
¿Qué cantidad de limón se puede tomar al día?
Hay que consumirlo con moderación (no más de dos por día) y siempre recién exprimido, pues siempre será superior al jugo envasado, sobre todo si la botella es de plástico.¤