Umita significa cabecita, en quichua; se trata de un ser legendario muy conocido en la provincia argentina de Santiago del Estero, especialmente en los departamentos de Guasayán y Jiménez.
Muchos conocen de este árbol solo su madera. Es decir, lo han visto despojado de toda su realidad natal, desnuda en su escueto servicio.
Un día en el que Don Yaguareté andaba aburrido, salió a dar un paseo por el campo.