Durante las últimas décadas y gracias al tremendo avance de la bromatología, la medicina y la nutrición, se ha visto que gran parte de los beneficios que tiene consumir aceite de oliva vienen de los polifenoles.
Los polifenoles son sustancias químicas bioactivas que se encuentran en todos los alimentos de origen vegetal y que tienen acción antioxidante, antiinflamatoria, vasodilatadora, antitrombótica, antiaterogénica, anticancerosa y prebiótica sobre la flora intestinal.
Efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares
El estrés oxidativo es ese temido proceso que comienza o agrava las enfermedades cardiovasculares (ECVs) y es causado por los radicales libres, que son diferentes especies atómicas en las que predomina el oxígeno, el cual confiere gran capacidad de oxidación y de daño celular.
En conjunto con el estrés oxidativo, el aumento del colesterol, el descontrol en los niveles de glucosa y de triglicéridos, el tabaco y el alcohol son factores de riesgo para la aparición de las ECVs.
Se ha demostrado que una dieta rica en aceite de oliva ayuda a reducir en gran medida el estrés oxidativo y los factores de riesgo que empeoran las ECVs, como el colesterol LDL alto, la glucosa alta en sangre, la obesidad abdominal, los triglicéridos altos, hipertensión, etc.
Efecto protector frente al cáncer
Los polifenoles hidroxitirosol, tirosol y oleuropeína se encuentran en grandes cantidades en el aceite de oliva y se ha podido comprobar que pueden proteger a las células del estrés oxidativo y de las sustancias potencialmente cancerígenas que dañan al ADN y a la expresión del ARN, procesos que influyen de manera directa y muy negativa en la aparición del cáncer de colon, próstata, útero, ovarios, de mama y del sistema digestivo.
Efecto neuro protector, hepato-protector y nefro-protector
Los polifenoles mencionados anteriormente tienen efecto protector frente al estrés oxidativo que puede provocar alteraciones hepáticas como el cáncer o la esteatosis (hígado graso), daño neuronal (gracias a la oleuropeína) y daño renal provocado por sustancias tóxicas para los riñones.
Efecto inmunomodulador
Se ha demostrado en numerosos estudios que el ácido oleico de este aceite ejerce efectos beneficiosos frente a las enfermedades que cursan con inflamación y en las que resulta gravemente alterado el sistema inmunológico, como la artritis reumatoide.
Efecto antimicrobiano
En diversos ensayos in vitro y con pacientes se ha podido observar que la ingesta de aceite de oliva ejerce un efecto protector frente a infecciones intestinales y respiratorias. Esto es debido a que los polifenoles (oleocantal, hidroxitirosol, tirosol y oleuropeína) que contiene afectan negativamente al crecimiento y propagación en el organismo de bacterias patógenas como Bacilus cereus, Salmonella typhi, Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae y Campylobacter.
Es necesario recalcar que para poder potenciar todos los beneficios mencionados, hay que realizar ejercicio físico diario y seguir una alimentación adecuada, rica en vegetales, baja en grasas de mala calidad y rica en fibra y proteínas. ¤