Es difícil que la Argentina cambie... Pero no importa

La futurología permite imaginar, sin muchos fundamentos, infinitos escenarios sobre lo que podría sucederle a la Argentina en los próximos años. En este sentido, son tan válidos los panoramas más optimistas de desarrollo ilimitado como los extremadamente apocalípticos que vaticinan los peores escenarios imaginables.

Lo más probable es que el país siga más o menos como hasta ahora, a los tumbos, con políticas erráticas, cortoplacistas y con un permanente cambio en las reglas del juego. Un país eternamente subdesarrollado con una enorme población insatisfecha, que comprueba cómo sus aspiraciones de progreso se alejan cada día más.
Tal vez esto sea consecuencia de la manera en que se produce el traspaso del poder, la posta de mando. Porque en ese sentido no hay nada que indique que los que gobernarán el país en las próximas décadas serán diametralmente distintos a los que la gobiernan actualmente, y por lo tanto los resultados serán parecidos.
Es muy preocupante que no se vislumbre ninguna renovación ideológica de la máxima dirigencia. Los nuevos jugadores que se incorporan a la arena política en su mayor parte lo hacen porque reúnen ciertas características particulares, como ser familiares de, amigos de, testaferros de, o discípulos fanáticos e incondicionales de…
Los que actualmente poseen funciones de alto nivel político y de poder se preocupan, y mucho, de asegurarse un futuro sin sobresaltos a través de sus descendientes, de sus delfines, para que todo siga igual y además para que jamás deban rendir cuentas de sus actos ante la justicia, actual o venidera.
La argentina Máxima Zorreguieta acaba de convertirse en la nueva reina de los Países Bajos según las normas de la monarquía vigente en ese país. Extrañamente, en la Argentina, un país donde afortunadamente rige la democracia desde hace treinta años, sucede algo parecido, ya que los gobernantes que actualmente dirigen los destinos del país, se esmeran por transmitir sus puestos a hijos, hermanos, sobrinos, nietos, concubino/as y/o ahijados políticos al mejor estilo monárquico.
En este sentido, el que aparentemente batió todos los records fue uno de los barones del conurbano bonaerense, el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, quien en el 2004 viajo al Japón y fue reemplazado en su cargo, legalmente, por su madre.
Hace pocos días, durante el “18 A”, millones de argentinos salieron a las calles a protestar vivamente contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, contra el cepo cambiario, contra la inflación, contra la inseguridad, contra la reforma judicial, contra la corrupción política... Prácticamente contra todo el mundo.
¿Los resultados concretos? Ninguno. Porque los gobernantes actuales, legítimamente electos, ya se acostumbraron a estas masivas muestras de desaprobación democrática de una parte de la población y dado que fueron elegidos por una amplia mayoría de la ciudadanía, en comicios libres y democráticos, seguirán aplicando sus políticas de estado como les parezca. Y están en todo su derecho, porque se ajustan a las normas vigentes, le guste o no le guste a muchos.
Las herramientas para cambiar el estado de las cosas en una democracia son muy claras: el voto universal y secreto. Dentro de pocos meses se llevarán a cabo elecciones de legisladores y ese será el principal momento que prevé la Constitución Nacional para que la ciudadanía en su conjunto se exprese. En esa ocasión todos tendrán la oportunidad de cambiar, o continuar con “más de lo mismo”.
Si el actual gobierno consigue un número significativo de votos y representantes en el Congreso de la Nación podrá seguir adelante con su proyecto de modificación de la Constitución Nacional para permitir la re-reelección de Cristina Fernández de Kirchner. Caso contrario, el mandato de la presidenta finalizará en el 2015 y el país contará con un nuevo mandatario, que seguramente saldrá de las filas del actual partido gobernante, el peronismo. Por lo tanto, todo seguirá más o menos como siempre, porque si hay algo que se debe admirar de la dirigencia peronista es su inagotable capacidad de adaptación. Siempre se las arreglan para ser “soldados incondicionales” de los gobernantes de turno.
Algunos afirman que los 80 fueron la década perdida; otros que los 90 fue la década de la corrupción menemista y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner asegura que actualmente vivimos la década ganada.
Los rótulos cambian, pero para los ciudadanos de a pie todo sigue más o menos igual.
La gran pregunta es si de alguna forma se podría cambiar el actual rumbo de la Argentina. ¿Acaso hay antecedentes mundiales al respecto? Algunos hay.
Catalina II, la Grande, por ejemplo, al ser alemana, se dio cuenta de la enorme brecha tecnológica que existía entre la Europa desarrollada y el país medieval que gobernaba. Por eso se dedicó a “occidentalizar” a Rusia logrando transformarla radicalmente.
Otro gobernante que cambió un país de pies a cabeza fue el emperador Meiji, quien convirtió al Japón rural en una potencia mundial. ¿Cómo no iba a lograrlo si entre uno de sus principios de gobierno figuraba la búsqueda internacional del conocimiento?
Es desgarrador comprobar que la matriz productiva de la Argentina no cambió en décadas. En todo el territorio nacional no se fabrica ni un solo automóvil, teléfono celular, computadora o producto de alto valor agregado. Ninguno. El país continúa siendo agrícola ganadero y solo aumenta la producción de soja y materias primas, e incorpora de tanto en tanto algunas nuevas, como el litio, del cual el país será uno de los principales productores mundiales.
No obstante, los vaivenes de la economía y el errático rumbo del país el capital humano continúa siendo enorme. Gracias a la calidez de su gente todavía prevalecen fuertes relaciones familiares, de amistad y solidaridad. Por esto y por contar con una democracia consolidada, la Argentina sigue siendo uno de los mejores países dónde vivir. A pesar de todo. ¤

  thegauchos

Perfiles Nuestra Gente

De Nuestra Comunidad

Recetas

El Trago del Mes

Salud

Deportes

Fauna

error

sopa

Leyendas

Hojea La Revista

Grandes músicos

  • Tanguito

    tanguito

    Si algún músico argentino siguió al pie de la letra eso de “vivir rápido y morir joven”, ese fue Tanguito.

  • Miguel Cantilo

    Grandes músicos argentinos: Miguel Cantilo

    Un 5 de noviembre de 1949 nacía en Buenos Aires uno de los tipos más queridos y talentosos de la música popular argentina.

suple

generac-home-standby-generator-banners

Perdidos en el tiempo

Historias Gauchas

Turismo

Recorriendo California

Acerca de Nosotros

logo

El Suplemento es el principal medio argentino del Sur de California. Fundado en el año 2000, es una revista de distribución gratuita en todos los locales argentinos, con una tirada aproximada de 10.000 copias. Cubre la comunidad argentina local e información de utilidad para los compatriotas en el exterior.

Connect with us

Welcome to El Suplemento Magazine

Phone: (818) 590-8407

Email: director@elsuplemento.com

Website: www.elsuplemento.com

Address: P.O.Box 570123
Tarzana, CA 91357-0123

Nuestras Redes Sociales

Facebook

instagram

Twitter linkedin