Humor • Diciembre 2010

Una señora acude a lo del médico porque está muy preocupada por la salud de su marido.-¡Ay, doctor!, ¡qué disgusto! Mi marido se cree que es un caballo, se come las flores, el pasto, ¡y hasta se ha comprado herraduras!
El doctor reflexiona durante unos minutos y contesta: -Señora, el tratamiento va a ser duro y costoso...
La señora responde resuelta: -Por el dinero no se preocupe: ¡ya hemos ganados dos carreras!

De doctores
Una madre da a luz a su bebé. Cuando está recuperada el doctor le dice: -Su hijo está bien, pero le tuvimos que poner oxígeno.
Y la madre responde: -¡Qué pena, yo quería ponerle Francisco!

En un funeral el señor que está dentro del ataúd empieza a gritar: -Toc, toc, toc, ¡Maríaaaaaaaaa, Maríiaaaaaaaa, abre, abre que estoy vivo.
Y dice María: -Calla Manolo, ¿qué vas a saber tú más que el médico?

De locos
-¿Se encuentra el P, siquiatra?
Lo mismo lo vuelve a preguntar tres veces, entonces la señorita le contesta: -Mire señor el doctor no está, pero para que sepa, la P no se pronuncia, se dice sólo siquiatra, ¿quién le digo que le llamó?
-Dígale que le llamó Édro.

Cortitos y malos
¿Cómo se dice estoy muerto en Inglés?
Memory

-¡Mamá, mamá, en el colegio me estaban pegando una paliza!-¿Y te has vengado, hijo?
-¿Y qué iba a hacer? ¡Si no me vengo, me matan!

Un hombre entra en una panadería, y pide: -Me da una barra de pan, y si tiene huevos una docena.
Y se fue con doce barras de pan...

La maestra: -Hoy vamos decir palabras con hiper.
Va uno y dice: -Hipercentro.
Otro: -Hipermercado.
-¡Muy bien!
Y va Manolo y dice: -Farmacia.
-¿Cómo farmacia?
-Sí, farmacia hiperfumería.

Le dice un nieto adolescente al abuelo: -Abuelo, abuelo, ¿No viste la pastilla de colores que había encima de la mesa?
-No. ¿Y vos, viste el dragón del pasillo?

Primer acto: Una banana no acepta pesos.
Segundo acto: Una banana no acepta dólares.
Tercer acto: Una banana no acepta euros.
¿Cómo se llama la obra?
¡PLATAno!

Están dos madres y una le dice a la otra: -Che, decile a tu hija que me deje de estar imitando.
-¡Nena, dejá de hacerte la idiota...!

Dos madres se encuentran en el rellano de la escalera y una le dice a la otra: -¿Qué tal tu hija?
La otra contesta: -Uy de maravilla, en dos semanas la ascendieron de administrativa a jefa de sección, el jefe le ha dado un coche de empresa y ahora le va a alquilar un apartamento cerca de la oficina para que tarde menos en llegar al trabajo.
¿Y la tuya?
-La mía igual de atorranta que la tuya, pero con menos suerte.

Isaac- Este reloj perteneció al tatarabuelo de mi tatarabuelo, pasó luego a manos de mi bisabuelo, de mi bisabuelo a mi abuelo, de mi abuelo a mi padre, de mi padre a mí y ahora quiero que pase a tus manos, ¿lo quieres hijo mío?
- Sí, papá
- Entonces, ¡te lo vendo!

Chino:
- Señor Premier, nosotros estamos muy interesados en que su país invierta en Argentina.
El premier chino sonrió y con toda delicadeza respondió:
-Siemple nos confunden.
Nosotros somos chinos… ¡¡Los kamikazes son los japoneses!!

De Cervezas
En Amsterdam se realiza la convención mundial de productores comerciales de cerveza, a la que asisten los presidentes de las más prestigiosas compañías cerveceras del mundo.
Concluída la convención, todos los presidentes se reúnen a festejar el éxito del evento, para lo cual se encuentran en la cafetería del hotel donde ha tenido lugar la celebración.
Una vez allí, no consiguen ponerse de acuerdo en qué pedir.
Para romper el hielo, el presidente de Budweiser llama a la camarera más cercana y le dice: - “Una Budweiser, por favor”.
Llega el turno, entonces, del presidente de Heineken, quien dice: - "Para mí, una Heineken, si fuera tan amable".
A continuación, pide el presidente de Miller: - "Me gustaría tomar una Miller".
Y el de Corona: - "Tráigame una Corona".
Y el de Guinness: - "¿Me pone una Guinness?".
Y así siguieron todos los presidentes de las compañías, pidiendo la cerveza que ellos mismos producían en sus establecimientos.
El último en pedir fue un director de la mundialmente famosa cerveza argentina Quilmes.
- "Quisiera una Coca-Cola, por favor".
Sorprendidos, los demás presidentes le preguntan el porqué de tan extraña decisión, a lo que responde: “Si ustedes no van a tomar cerveza, yo tampoco lo haré” ©