Figura mítica que talló el lecho del río Chico
En los confines remotos de la Patagonia argentina, donde la vastedad de la tierra se encuentra con el misterio de las montañas, una leyenda ancestral se entrelaza con el paisaje escarpado y los secretos del pasado: la leyenda del Cavador de Agujeros.
El Cavador de Agujeros es una figura mítica que ha habitado las narrativas de las comunidades indígenas de la región durante siglos. Descrito como una criatura colosal, mitad hombre y mitad espíritu de la tierra, se dice que vagaba por las llanuras patagónicas mucho antes de la llegada de los primeros colonos europeos.
Según la antigua narrativa transmitida de generación en generación, el Cavador de Agujeros es el responsable de la formación del río Chico, cuyas aguas serpentean a través del paisaje árido de la Patagonia. Con manos poderosas y una voluntad indomable, talló el lecho del río, permitiendo que las aguas fluyeran libremente y dieran vida a la tierra sedienta.
Una característica notable de esta leyenda son las marcas dejadas en las rocas cercanas al río, que se asemejan a manos humanas. Estas impresiones en la piedra, consideradas por algunos como simples formaciones geológicas, son vistas por las comunidades locales como testigos silenciosos de la presencia del Cavador de Agujeros en la región.¤